Esta noche quiero dormir en esa cálida cama de agua. Quiero jugar al juego de no respirar.
No puedo derramar lágrimas porque no siento. Quiero jugar al juego de no existir.
Y si me encuentras, no te sorprendas. No me llores.
Las cicatrices que llevo son mi carta de despedida.
Esta noche quiero dejar de escuchar.
Quiero jugar al juego del silencio existencial.
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