No se en que momento caí. No recuerdo un momento en el que no haya estado en este oscuro lugar.
Asumí, erróneamente, que había un fondo. Que ya había estado en el. Que nada podría ser peor.
Que nunca podría ir más lejos.
Y aquí estoy. Tomando poco a poco un paso más. Cada vez más cerca de la cornisa.
La voz en mi interior grita. Con desesperación pide ayuda.
Pero el orgullo y el miedo es tan grande.
Las lágrimas que lloró, no salen de aquí. De este oscuro y secreto lugar.
Solo mi piel sabe el dolor que llevo.
Solo ella es testigo de mi profunda pena.
Solo yo soy la culpable de todas mis heridas.
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