martes, 19 de octubre de 2021

Diario de meditación

 Nunca estoy en el balcón cuando oscurece. Hoy el sol se escondió mientras meditaba, con los ojos cerrados. La luna está tan llena que poco lo notaron mis parpados. 

No deje de meditar, pero no había vuelto a meditar en el balcón. 

Empecé dos párrafos con palabras negativas. Así que... 

. Escribo sí para ser positiva, Sí, tengo ganas de viajar. Sí, tengo ganas de caminar por el bosque. Despertar con el sol... soy más del sol. La luna, la noche, me desconcierta. Relaciono la oscuridad con mis miedos, mis pesadillas y mis verdades más difíciles. Quizás por eso busco el sol. 

Pero ahora, en el balcón, en el comienzo de la noche, veo ir y venir a los pájaros, escucho los grillos... la luna brilla casi como el sol, como si esa luz fuese propia y no prestada. Y quizás, a veces, puedo ser de la luna. 

Soñar despierta con ella, ansiar su despedida, pero sin escaparle. Quizás, a veces, puedo ser un poquito más de la noche. Y encontrarme en paz con esa oscuridad. 

Respirar la luna sin tensiones, sin miedo. 

Sí, hoy puedo ser de la luna. Me esta mirando fijo, como una extraña. A estas horas suelo estar detrás de la ventana. Pero hoy nos encontramos, cuando todavía nos acompañaba el sol. 

Sí, a veces puedo ser de la luna. 

A veces puedo respirar en la oscuridad. 

A veces sí soy feliz... de noche.

Después de todo me gustan los días grises

Hoy me quiero permitir. 

Permitirme vivir en los grises.

Permitirme comer una hamburguesa sin

Sentir que todo lo anterior fue en vano. 

Permitirme una pausa sin que sea 

Permanente. 

Permitirme descansar sin que signifique

No volver a moverme más. 


Permitirme vivir en los grises

Sin ir todo el tiempo al extremo.