Vencer la realidad

La brisa no era normal. El aire se sentía espeso. Abrió los ojos, aunque no tuviera caso. La oscuridad lo ocupaba todo.
Se levanto como pudo. Su voluntad no la dejaba moverse hacía ya mucho tiempo.
Los primeros pasos dolieron. Quiso llorar. No era así como quería sentirse.
Caminó. Por mucho tiempo caminó. Y cuando la luz volvía, solo por unos segundos, se dejaba sonreír. No quería sonreír.

Intento respirar con normalidad. El aire espeso, la luz atormentadora. El rojo lo ocupaba todo.
Se rindió, como pudo. Las dudas no la dejaban moverse hacía ya mucho tiempo.
El primer paso costó. Sonrío. Ya no habría razones para volver a llorar.
Se recostó. Y mientras la luz desaparecía, lloró. Ya no tendría que esconder lágrimas.

Nunca más.