lunes, 23 de febrero de 2015

La cotidianidad solía ser opaca, oscura y triste. Las actividades de una tarde de domingo no cambiaron, sin embargo en sus brazos se siente muy distinto, tan opuesto a lo que solía ser mi realidad. Sus brazos, sus besos y una película mala es todo lo que necesito. 

Y me encuentro contemplando términos con los que solía conflictuar. Sin embargo ahora comprendo porque la terminología, no es posesivo. 
Lo siento mío porque así siento su amor. Me siento suya porque así es como lo amo. 
Porque mis besos solo tienen un destino y mis noches solo un deseo. 

Y si un espacio nos separa, y si el tiempo se hace eterno, no tengo dudas que lo soportaría. Porque nunca me sentí tan en el lugar que pertenezco como cuando estoy entre sus brazos. 

Cada segundo, cada sonrisa que me roba, cada vez que miro a sus ojos,  me hacen estar cada vez más segura de que todo mi amor es para él. Y no podría haber nadie más. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario