jueves, 4 de septiembre de 2014

Tanto aire sofoca

Logré escapar, pero aún recuerdo muy bien el camino. No quiero volver, son segundos de blancos recuerdos, de falso deseo, de volver a sentir el entumecimiento en los labios, la negra satisfacción de lágrimas rojas, la vida testaruda del no vivir.
Ahora vivo. Vivir requiere coraje, enfrentar monstruos no es fácil y en sueños blancos pido volver atrás, a la vieja vida, dónde todo estaba enterrado, tierras vírgenes del miedo que solo conocían la mentira. Dónde cerrar los ojos resultaba más fácil, incluso aunque respirar más difícil. La fantasía tomaba protagonismo en mi mente para bloquear el dolor.
Pero las cerraduras explotaron, a carne viva siento y complicado es no reventar en lágrimas. Siento bullir emociones dentro, derrumbados fueron los muros, y cual ejercito en plena guerra, escapan de mí los sentimientos. Vulnerable frente al mundo estoy, tal como siempre temí. La niña que fui me regañaría por mostrar mis ojos rojos hoy, por perder la habilidad de esconder el temblor, por vencerme a la realidad.

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